Este 22 de mayo, los príncipes de Asturias celebran su décimo aniversario de boda. Fue un día histórico y plenos de felicidad para los novios, aunque tampoco olvidarán que la lluvia fue la otra protagonista de la jornada que reunió en Madrid a miembros de la realeza de todo el mundo junto a las más altas instituciones del Estado y representantes de yodos los ámbitos de la sociedad española.
Una década de alternativas con momentos de gran felicidad, como la propia boda o el nacimiento de sus hijas, Leonor y Sofía, y otros de preocupación e incertidumbre ante la inquietud por la situación en la que el Caso Nóos ha situado a la corona.
En el plano personal, el balance no puede ser más positivo. A pesar de las inevitables discusiones de cualquier pareja, Felipe y Letizia siguen enamorados y compartiendo también gustos y aficiones, y tanto Leonor y Sofía como su papel institucional sigue siendo prioritario para ellos.Repasamos en fotos algunos de los momentos más importantes de estos diez años de amor.
Petición de mano en El Pardo
El 1 de noviembre de 2003, la Casa del Rey anunció el compromiso entre el príncipe Felipe, que tenía 36 años, y la periodista asturiana Letizia Ortiz Rocasolano, de 32. Cinco días después de la impactante noticia se celebró la petición de mano en el Palacio de El Pardo, lo que permitió conocer a la familia de la futura reina de España. Felipe recibió como regalo unos gemelos zafiros y brillantes, y él entregó a la novia un anillo de oro blanco y diamantes, también de la firma Suárez. No gustó que la futura princesa eligiera a un diseñador extranjero, Armani, para su traje y llamó la atención que interrumpiera al príncipe cuando hablaba, lo que ya dio idea de su fuerte carácter.
Presentación de Letizia en el “club de los royals”
El 13 de mayo de 2004, víspera de la boda de Federico y Mary de Dinamarca, Letizia causó sensación en su presentación en el selecto club de los royals en el que ella misma ingresaría nueva días más tarde. La princesa estaba espectacular con un dos piezas de Lorenzo Caprile y, como aún no se había casado, se siguió nuestro protocolo y no lució una de las tiaras de la casa real. Fiez años después, Letizia mantiene buenas realaciones con las demás casas reales, aunque no parece que haya llegado a intimar con sus "colegas".
Boda real bajo la lluvia en Madrid
La lluvia fue otra de las protagonistas de la boda de Felipe y Letizia en la madrileña catedral de La Almudena e impidió que la novia caminara por la alfombra roja del brazo de su padre y padrino, Jesus Ortiz, y lucir como a ella le hubiera gustado sus galas nupciales y tuviera que llegar al templo en coche, un imponente Rolls. Vistió un traje línea princesa y cuello corola del veterano diseñador Manuel Pertegaz. Letizia llevó por primera vez la tiara prusiana cedida por la reina doña Sofía, quien la llevó tamién en su boda con don Juan Carlos el 14 de mayo de 1962. La complementó con unos pendientes de diamantes, regalo de boda de los reyes. A pesar del agua y los nervios, los novios eran la viva imagen de la felicidad ya convertidos en marido y mujer.
La inolvidable e intensa luna de miel
Los príncipes de Asturias iniciaron su luna de miel en España y vivieron un baño de multitudes sucesivamente en Cuenca, Teruel, Zaragoza, Navarra y País Vasco: en la foto los vemos en San Sebastián. Después viajaron a Jordania, donde asistieron a la boda del príncipe Hamzah y visitaron la legendaria Petra donde se obtuvo la fotografía. Después llegó el "viaje privado", que según se ha publicado organizó la princesa Corinna, ya buena amiga del Rey. Felipe y Letizia viviieron un inolvidable periplo que incluyó Tailandia, India, China, la islas Fijii y un crucero por las islas griegas con el dieron por concluidos los 32 días que duró su luna de miel.
El nacimiento de Leonor, la futura heredera
El 31 de octubre de 2005, nació por cesárea en la clínica Rúber Internacional de Madrid la primogénita de los príncipes de Asturias. Letizia fue atendida por el doctor Recassens y la nueva infanta pesó 3.559 y midió 47 centímetros Felipe, que estuvo presente en el quirófano, confesó después la gran emoción vivida y anunció que su hija se llamaría Leonor "a secas", con lo que no se siguió la tradición de que cada nuevo miembro de la familia real tuviera más de un nombre. Desde su nacimiento, Leonor ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión tras su padre.
La muerte de Érika Ortiz, su momento más triste juntos
El 7 de febrero de 2007, Érika Ortiz, la hermana pequeña de Letizia, apareció muerta en su casa de Madrid con solo 31 años. Fue un golpe durísimo para la princesa, embarazada de casi ocho meses de su segunda hija, quien se vio arropada por toda la Familia Real y, sobre todo, por Felipe, quien so separó de ella en aquellos tristes y dramáticos momentos.
La llegada de Sofía
El 29 de abril de 2007 los príncipes de Asturias dieron la bienvenida a su segunda hija.
Letizia, atendida nuevamente por el doctor Recassens, dió a luz por cesárea en el Ruber Internacional a una niña que pesó 3.310 y midió 50 cms. El propio Felipe anunció que la nueva infanta se llamaría Sofía como su abuela paterna, un detalle que llenó de alegría y orgullo a la reina como confesó a su llegada a la clínica para conocer a su nieta. Sofía de Borbón Ortiz, que fue presentada una semana después de su nacimiento como recoge la foto en la que también vemos a su preciosa hermana mayor, es la nieta pequeña de los reyes y ocupa el tercer lugar en la línea sucesoria tras su padre y su hermana Leonor.
Preparados para reinar
En estos diez años, Felipe y Letizia han trabajado juntos en su camino hacia al trono. Los problemas de salud del rey provocaron numerosos comentarios sobre la conveniencia de que don Juan Carlos abdicara siguiendo el ejemplo de Beatriz de Holanda o Alberto de Bélgica, lo que, por ahora, es altamente improbable. El 17 de mayo de 2010, los Príncipes sustituyeron por primera vez a los Reyes por la convalecencia de don Juan Carlos, que había sido operado el 8 de mayo de un nódulo beningno en el pulmón derecho. En sucesivas ocasiones, Felipe y Letizia han demostrado que están preparados para reinar.