Tras su boda, el pasado 8 de junio, la princesa Magdalena de Suecia y su marido, Chris O’Neill han puesto fin a su luna de miel. Y ningún lugar mejor para ello que la ciudad del amor, París.
Allí la pareja asistieron a una velada organizada por Valentino, que fue el encargado de diseñar su vestido de boda, con motivo de la celebración de la Semana de la Alta Costura de la capital francesa y luego compartieron una romántica e íntima cena en el restaurante del Hotel Plaza.
Ha pasado casi un mes desde la romántica boda en Estocolmo de la princesa Magdalena de Suecia y el financiero norteamericano Chris O’Neill el pasado 8 de junio. La pareja ya está casi lista para retomar su vida cotidiana, después de una inolvidable luna de miel en el que su destino fueron las paradisíacas islas Sychelles y el lujoso Ville North Island, un complejo de ensueño que cuesta la friolera de 5.000 euros diarios.
Pero antes de regresar a Nueva York, donde Magdalena y Chris tienen fijada su residencia, y donde ya vivían juntos en Manhattan antes de la boda, la pareja quiso una despedida a lo grande. Y qué mejor manera que decir atrás a estos días inolvidables que en la ciudad del amor, la hermosa París.
Magdalena de Suecia, de nuevo más rubia, muy guapa y a la última con bolso y zapatos con tachuelas de Valentino. |
Allí, el joven matrimonio aprovechó para irse de compras (bueno, Magdalena compró y Chris, resignado, la acompañó) y para visitar a Valentino, responsable del fabuloso vestido de novia de la princesa sueca. El modisto había organizado una velada con motivo de la Semana de la Alta Costura y después de pasar un agradable tarde, el matrimonio O’Neill se dispuso a disftutar de una cena romántica en el restaurante del lujoso Hotel Plaza.
La hija menor de los reyes Carlos Gustavo y Silvia se ha aclarado el pelo, vuelve a lucir una melena más rubia y estaba realmente guapa, con un vestido negro plisado de encaje, y un bolso de mano con tachuelas a juego con sus zapatos de tacón.
La hija menor de los reyes Carlos Gustavo y Silvia se ha aclarado el pelo, vuelve a lucir una melena más rubia y estaba realmente guapa, con un vestido negro plisado de encaje, y un bolso de mano con tachuelas a juego con sus zapatos de tacón.
Magdalena y Chris tienen fijada su residencia en Nueva York, en Manhattan, donde poseen un apartamento. |