Las mejores anécdotas de los premios Píncipe de Asturias


1981, primera edición de entrega de los premios,
con los reyes, el príncipe Felipe y el entonces
presidente del Gobierno Leopoldo
Calvo Sotelo en la mesa presidencial
La Fundación Príncipe de Asturias, de la que el heredero español es presidente de honor, se constituyó en la ciudad de Oviedo el 24 de septiembre de 1980, en un acto presidido por Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias, que en aquel momento tenía 12 años. Los premios Príncipe de Asturias, convocados un año después, gozan de inmenso prestigio dentro y fuera de España.

Las anécdotas y curiosidades que se han producido a lo largo de sus 33 años de historia podrían llenar un libro. Las hay simpáticas, románticas, emotivas, sorprendentes…




En 2000, en la XX edición de los premios, Felipe glosó en su discurso las virtudes de los premiados, y tuvo palabras de agradecimiento para todos los presentes: «Una gratitud –dijo– que extiendo con especial cariño a mis padres, SS.MM. los Reyes», lo que hizo que doña Sofía, sentada en un palco del teatro Campoamor, lanzara un cariñoso beso a su hijo.
Un año después, Felipe tuvo oportunidad de saludar desde Oviedo a los tripulantes de la Estación Espacial Internacional, premio Príncipe de Asturias de Cooperación en 2001, a través de una conexión en directo vía satélite desde el hotel de La Reconquista.
En 2002, Felipe conoció en persona a uno de sus ídolos cinematográficos, Woody Allen, al que recibió en audiencia privada tras saber que hacía tiempo que el director ansiaba visitar Oviedo «para agradecer a los españoles la buena acogida que dan a todas mis películas, y para conocer personalmente al príncipe Felipe».

Nadie sospechaba nada, pero días después de tomarse esta foto, la Casa Real anunció el compromiso del príncipe Felipe y Letizia Ortiz, que ese año acudió por última vez como periodista a la entrega de los premios..


2003 fue el último año que Letizia Ortiz cubrió como periodista la entrega de los premios. Nadie conocía aún su relación con el príncipe, que en su encuentro informal con la prensa antes de la ceremonia, la saludó y estrechó su mano como a uno más de sus compañeros. Letizia le lanzó una sonrisa tímida pero muy significativa, que lógicamente pasó inadvertida. Días después, el 1 de noviembre, la Casa Real anunciaba el compromiso de la pareja.
Al año siguiente, Letizia presidió la gala por primera vez junto a Felipe, ya su marido y, recordando esta anécdota, comentó: «Ahora también vengo a trabajar, pero de otra manera». Más tarde, la princesa no pudo evitar que las lágrimas brillaran en sus ojos cuando el príncipe inició su discurso diciendo: «La ceremonia de este año adquiere para mí un nuevo y emocionante significado, pues me acompaña por primera vez mi esposa, la princesa de Asturias».


En octubre de 2004, cinco meses después de su boda, Letizia se emocionó al presidir por primera vez junto a Felipe la ceremonia de entrega de los premios.

La aparición sorpresa de Penélope Cruz cuando Pedro Almodóvar recogió el premio Príncipe de Asturias de las Artes (2006), o las estrambóticas condiciones que puso Michael Schumacher para acudir a recoger el premio de los Deportes en 2007, ser visto únicamente en coches de alta gama del grupo Fiat, también forman parte del anecdotario de los premios Príncipe de Asturias.


Penélope Cruz se trasladó a Oviedo para apoyar a su maestro y gurú, Pedro Almodóvar, premio Príncipe de Asturias de las Artes 2006.

En 2008, la princesa Letizia volvió a ser protagonista. Se había perdido las ediciones de 2005, por la proximidad del nacimiento de la infanta Leonor, y de 2006, por las molestias que le provocaba el embarazo de Sofía, y aunque sí había presidido con Felipe la ceremonia de 2007, fue un año después cuando nos sorprendió con un nuevo y radiante aspecto. «Está mucho más guapa», fue el comentario generalizado al ver su nueva nariz y sus rasgos más suavizados, tras haberse hecho algunos retoques.
La ceremonia de 2011, año en el que la crisis, ya en todo su apogeo, obligó a reducir el número de invitados, estuvo marcada por el anuncio, la víspera de los galardones, del cese definitivo de la violencia de la banda terrorista ETA, y a ello se refirió en su discurso el príncipe Felipe, cuyas palabras lograron que las mil cuatrocientas personas que abarrotaban el teatro Campoamor se pusieran en pie en una emotiva y cerrada ovación.

En 2008, Letizia sorprendió con un nuevo y radiante aspecto.


En la pasada edición, Letizia compartió protagonismo con Sara Carbonero, quien viajó a Oviedo para ver recoger el galardón a su novio, Iker Casillas, Premio del Deporte junto al barcelonista Xavi Hernández. Sin embargo, fueron otros premiados los que protagonizaron las anécdotas de la ceremonia: el arquitecto Rafael Moneo, que se dejó en la silla el diploma que le acreditaba como premio Príncipe de Asturias de las Artes, y los saludos japoneses de Shigeru Miyamoto, creador de Mario Bross y premio de Comunicación y Humanidades.
Hoy, a partir de las seis de la tarde, podremos ver lo que en el terreno de las anécdotas nos depara la entrega de los premios Príncipe de Asturias 2013, que será retransmitida en directo por La 1 de TVE.

El madridista Iker Casillas y el barcelonista Xavi Hernández compartieron el premio Príncipe de Asturias del Deporte 2012.