El estilo de Matilde, una reina discreta

Es la más discreta entre las royals de su generación. La princesa de Asturias, Mary de Dinamarca o Máxima de Holanda acaparan más focos, pero Matilde de Bélgica siempre aparece entre las más elegantes en las grandes citas de la realeza. Por encima de todo, su estilo destaca por su sobriedad y sencillez, tanto en su día a día como en las noches de gala, aunque en estas últimas hace concesiones a los brillos, bordados y encajes.

Para los vestidos de fiesta, Matilde apuesta por los que insinúan su fantástica figura, después de ser madre de cuatro hijos, con escotes palabra de honor y asimétricos. La seda, el satén, el encaje y los bordados de pedrería están entre sus elecciones preferidas, que combina con clutchs-joya. Para sus actos de día prefiere los sencillos vestidos de corte recto y entallados a la cintura con largo a la rodilla y colores lisos, desde los pastel a los más fuertes como verde, morado o rojo, sin olvidarse de la siempre elegante y a la moda combinación blanco-negro.

La duquesa de Brabante hace pocas concesiones a las tendencias de rabiosa actualidad, aunque la hemos visto sucumbir al animal print. También huye de las joyas importantes, solo para ocasiones muy especiales, y prefiere discretos pendientes y algunas pulseras y collares de fantasía. Son los sombreros el único complemento más llamativo que coronan muchos de sus outfit.

Su diseñador de cabecera es el belga Eudoard Vermeulen, director creativo de la casa Natan, que siempre elige para las ocasiones más importantes. Un gusto que comparte también con Máxima de Holanda.