Friso de Holanda, que sigue en coma, regresa a casa

La Casa Real holandesa ha confirmado que el príncipe Friso, segundo hijo de la princesa Beatriz y hermano menor, por tanto, del rey Guillermo Alejandro, fue trasladado ayer desde el hospital londinense en el que estaba ingresado, hasta el palacio de su madre, la princesa Beatriz, en La Haya. Año y medio después del gravísimo accidente que sufrió en la estación de esquí de Lech, en Austria, cuando quedó atrapado veinte minutos bajo la nieve, y que le dejó en coma, su estado no ha sufrido apenas cambios. Por eso su esposa, Mabel Wise, de ecuerdo con los médicos y la familia, ha decidido que el hecho de volver a casa y pasar allí el verano no puede hacerle daño.

Después de casi un año y medio en coma, el estado del príncipe Friso de Holanda sigue sin cambios, ni para bien ni para mal. Quizás por esa razón, su familia ha decidido que abandone el hospital inglés en el que está ingresado y se lo han llevado a casa, al menos durante el verano. 


Ayer, el hermano del rey Guillermo Alejandro dejó el Hospital Wellington, en Londres, centro especializado en pacientes con dolencias neurológicas graves, donde ha pasado los últimos catorce meses, y trasladado al palacio de su madre, la reina Beatriz, en La Haya, una de las residencias oficiales de la familia real holandesa.

Así lo ha confirmado la propia Casa Real holandesa en un comunicado oficial: “Su Alteza Real el príncipe Friso abandonó hoy el hospital Wellington de Londres y  pasará el verano con su familia en el Palacio Huis ten Bosch, donde un equipo médico se encargará de él. Ya no es necesario proporcionarle un tratamiento en un hospital, razón por la cual las posibilidades a largo plazo de un tratamiento en Holanda o en Reino Unido serán estudiadas. El príncipe Friso continúa en un estado de conciencia mínima y su estado de salud es todavía preocupante”.

Recordemos que el 17 de febrero del año pasado, Johan Friso, de 44 años, quedó atrapado bajo la nieve tras ser sorprendido por una avalancha en la estación austríaca de Lech (donde esquiaba desde que era un niño), en una pista no señalizada y cuando el riesgo de aludes era de cuatro en una escala de cinco. Lo encontraron gracias al dispositivo electrónico que llevaba, pero sufrió un ataque cardiaco, dejó de respirar al menos 20 minutos y su temperatura corporal bajó hasta 32 grados.

Friso  de holanda , su mujer, Mabel Wise y sus dos hijas,Luana y Zaria, en la estación austríaca de Lech, un año antes de la tragedia.
La falta de oxígeno le provocó a Friso daños cerebrales irreparables, según los médicos y aunque meses después, en noviembre, la Casa Real holandesa informó de que Friso había comenzado a mostrar “signos de conciencia limitada“, también conocido como estado de “mínima conciencia“. También revelaron que el hermano del rey Guillermo Alejandro reaccionaba, a veces, a una frase o a un pellizco, guiñando los ojos o  moviendo el cuerpo, lo que situaba a Friso por encima del coma vegetativo. Parecían buenas noticias, desde luego, pero desde entonces no ha habido más cambios..

Durante todo este tiempo, su mujer, Mabel Wise, no se ha separado de su lado, abandonando incluso su trabajo para poder dedicarse por completo a él y a sus dos hijas, Luana, de ocho años, y Zaria, de siete, con quienes el matrimonio vivía en la capital británica. Y hasta Londres se ha estado trasladando su madre, Beatriz de Holanda, todos los fines de semana.

En los últimos tiempos, Mabel ha empezado poco a poco a volver a aparecer en actos públicos y oficiales. La vimos en la entronización de su cuñado, el pasado 30 de abril y a principios de junio a un concierto solidario a favor de la lucha contra el sida. Allí la acompañaron los modistos holandeses Viktor y Rolf, encargados de diseñar su vestido de novia para su boda con Friso el 24 de abril de 2004.


En una entrega de premios en Ámsterdam, en diciembre de 2009, con la entonces reina Beatriz y los príncipes Guillermo y Máxima.