La princesa Letizia, impresionante en la entrega de los premios de la Fundación Príncipe de Girona

Los herederos españoles presidieron la entrega de los premios que otorga cada año la Fundación Príncipe de Girona. Durante el acto, que tuvo como escenario el Palacio de Congresos de la ciudad catalana, los príncipes de Asturias se mostraron relajados y distendidos, una imagen que contrastó con la que ofrecieron unos días antes, concretamente el 20 de junio, durante la misa que se ofició en la capilla del Palacio Real de Madrid para conmemorar el centenario de Don Juan, padre del rey.


Felipe y Letizia, ella con el vestido azul de tirantes y volante diagonal, de Hugo Boss, que estrenó en Sevilla en septiembre de 2010, sienten una especial predilección por estos galardones,
que nacieron para promover y fomentar la iniciativa y el esfuerzo, la investigación científica, la creatividad artística, la solidaridad y el desarrollo del talento de jóvenes emprendedores: “No me cansaré de decir, cuantas veces sea necesario, que nuestros jóvenes no pueden aspirar a un empleo de calidad sin una adecuada formación”, dijo el el príncipe en el breve discurso, mitad en catalán, mitad en castellano, que pronunció al inicio del acto.

La princesa Letizia

A su llegada al auditorio del palacio de Congresos gerundense, los príncipes fueron recibidos con vítores y aplausos, lo que también contrastó con el rechazo que se ha venido mostrando a otros miembros de la familia real en sus últimos actos públicos. Tras unas palabras de bienevneida por parte del tenor Plácido Domingo, y antes de procederse a la entrega de premios, los asistentes disfrutaron de las actuaciones de Jaume Lleixa y el Ensemble de la Jove Orrquestra de les Comarques Gironines.

Ya falta menos para que los príncipes de Asturias, cuya agenda de trabajo se ha visto este año notablemente incrementada por la salud del rey, inicien unas vacaciones de verano sobre las que, como en años anteriores, apenas han trascendido datos. La especial situación de la familia real hace pensar que su descanso estival transcurrirá de manera parecida a la del año pasado. Así, es muy posible que Felipe y Letizia pasen algo más de una semana en Palma de Mallorca antes de entregarse en cuerpo y alma a sus vacaciones privadas, una especie de rito que no perdonan, y que les ayuda a desaparecer literalmente del mapa antes de su vuelta al trabajo.
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Como casi siempre, la reina seguramente permanecerá la mayor parte de sus vacaciones en el Palacio de Marivent con su inseparable hermana, la princesa Irene, y también se espera la presencia, al menos durante unos días, de la infanta Elena y sus dos hijos, Froilán y Victoria. Los planes del rey, por su parte, son un misterio, aunque lógicamente dependerán de su proceso de rehabilitación. En cuanto a la infanta Cristina, se afirma que, como el año pasado, no tiene intención de pisar Palma de Mallorca, donde la familia Urdangarin está muy cuestionada, y se habla del Valle de Arán como destino de sus vacaciones.